Reportaje sobre Buh Records, en suplemento Variedades del diario El Peruano

Saturday, February 26, 2011 § 0




Pasión por una tendencia

Delirio musical

Los incesantes lanzamientos discográficos de Buh Records, sello independiente limeño dedicado a difundir la música experimental, dan pie para hablar de la constante renovación de una tendencia que, en menor o mayor grado, según la época, siempre ha estado vigente.

ESCRIBE: Fidel Gutiérrez M.

La vanguardia de hoy será la música popular de mañana. La idea que encierra esta frase del artista inglés Peter Gabriel podrá ser un cliché a estas alturas, pero no deja de ser exacta. El devenir de corrientes contemporáneas, como el rock, por ejemplo, lo ha demostrado. Su simplicidad inicial dio paso a sesudos procesos de composición y de exploración de sonidos. Lo visceral dio espacio a lo intelectual, y se abrieron múltiples caminos. En nuestro país siempre se ha hecho música experimental.

La obra de César Bolaños, Edgar Valcárcel y Leopoldo La Rosa, entre otros, lo demuestra. Partiendo desde estrictos postulados académicos ellos desarrollaron y promovieron técnicas acordes con las tendencias más innovadoras de su tiempo. La experimentación con la electrónica y la manipulación de cintas de sonido empezó a darse aquí hace ya casi cinco décadas, pero al no haber quien registre con propiedad estos trabajos, muchos de ellos permanecen en el olvido. Esto, felizmente, está cambiando.

A la labor pionera de entes dedicados a la difusión de propuestas avant-garde, como Aloardi o Superspace, se suma Buh Records, que en poco más de tres meses ha publicado más de una decena de grabaciones de diversos artistas; suma representativa en una época en la que la adquisición de CD ha dado paso a la descarga virtual desde Internet.

“No es que haya buscado hacer un sello de música experimental sino que se ha reunido gente cercana a mi entorno”, explica su gestor, Luis Alvarado. Lo más cercano al rock que puede encontrarse en el catálogo de Buh Records es el intenso y delirante sonido del trío Liquidarlo Celuloide, además del CD de Doppelgänger, el dúo integrado por la mitad masculina de los ascendentes Moldes, que rescata aspectos propios del kraut rock alemán. Lo demás oscila entre la experimentación electrónica, la recreación de ambientes a través del sonido de la voz, de un instrumento o de un programa informático, y la improvisación.

“Este tipo de música tiene una importancia cultural a nivel mundial, y por eso es necesario saber cómo es que ha entrado aquí”, dice Alvarado, quien también resalta la originalidad de los músicos locales, los cuales, finalmente, “siempre descubren algo nuevo”. Es que, a diferencia de quienes los precedieron décadas atrás, los artistas experimentales peruanos de hoy, en su mayoría, no privilegian en sus propuestas el aspecto académico o formal. En muchos casos, la improvisación y la libertad generada en el momento del acto creativo les basta.

Tiempos de cambio

“Esta música no tiene el apoyo ni la difusión de ningún medio de comunicación, porque generalmente no la entienden muchos o hay prejuicios de por medio”, lamenta Luis. Sin embargo, las últimas ferias de sellos independientes (sobre todo la realizada hace dos sábados en el Teatro Segura) le han empezado a demostrar que hay una audiencia interesada en experimentar sonidos inusuales. “Es gente que no es iniciada o conocedora, que se acerca, escucha y compra los discos”.

A esto también debe contribuir la parte visual de los lanzamientos de Buh. Sus CD no vienen en cajas plásticas o de cartón, sino envueltos en papeles o cartulinas con diseños artesanales. Algunos son minidiscos, como el del peruano residente en Luxemburgo, Tomás Tello y aquel que comparten Ignacio Briceño y La Muchacha Loca. “Trato de que las ediciones sean económicas para que funcionen y así se pueda editar más cosas; pero mi idea es hacer algo más formal”, señala Luis, quien confiesa su intención de hacer un disco antológico en formato de vinilo, de todo el material sonoro que ha publicado. “Tal vez cuando salga esto, se acabe el sello”, adelanta.

El tiraje de sus lanzamientos oscila entre las 50 y 500 copias, y también comprenden a artistas foráneos como el chileno Alberto Parra o el ecuatoriano Christian Proaño. De hecho, el CD recopilatorio Música Salvaje desde el Infinito Cosmos -uno de sus lanzamientos más recientes- reúne a proyectos de Perú, Argentina, Costa Rica, Uruguay, Estados Unidos, España e Italia. Por eso y por su contenido ecléctico y realmente anticonvencional, dicha producción puede ser la más apropiada para que el oyente interesado empiece a adentrarse en los terrenos de la experimentación sonora menos previsible.

En búsqueda de espacios
Buh Records no es el primer ente dedicado a promover grabaciones experimentales. Lo preceden otros esfuerzos, algunos efímeros. Por su tenacidad destacan nombres como Superspace Records, de Wilder Gonzáles. La asociación cultural La Casa Ida, también ha editado material sonoro de este tipo recientemente. Mención aparte merece Aloardí, que también ha desarrollado instalaciones sonoras en Lima y provincias, además de conciertos y talleres. Su principal promotor, Christian Galarreta, lleva varios años desarrollando experimentos singulares, como Evamuss, así como un discurso en el que la tecnología actúa como integrador social. Por lo demás, una de sus últimas grabaciones (Computer Music is Dead) mereció elogios en la prestigiosa revista inglesa Wire.

Publicado en Variedades No. 209, 24 de enero de 2011

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